¿Es Bitcoin una burbuja? Lecciones del pasado

Desde hace cientos de años han existido numerosas burbujas, sin embargo, nadie parece verlas hasta que es demasiado tarde. Entonces, ¿Cómo podemos identificarlas?

⏱️ Tiempo de lectura: 7 minutos

Manolo lleva toda la vida esperando que una burbuja explote, viendo cómo la mayoría de activos se revalorizan mientras él permanece inmóvil. Cuando una burbuja finalmente estalla, se paraliza aún más, temiendo que sea incluso peor de lo que pensaba y volviendo a perderse oportunidades.

Por otro lado, Benito es el típico que se sube a todas las burbujas. Su FOMO (o miedo a quedarse fuera) lo lleva a entrar en pleno auge y, tras disfrutar de ganancias temporales (o latentes) increíbles, siempre acaba saliendo escaldado con pérdidas brutales sin entender qué pasó.

Esta newsletter nació tras leer el memo del reconocido inversor Howard Marks “En búsqueda de la burbuja”, que os dejo aquí. Si el inglés no es lo tuyo, siempre puedes traducirlo con Google Translate o ChatGPT.

---

¿QUÉ ES UNA BURBUJA?

Por desgracia, no hay una fórmula mágica para identificar una burbuja, pero desde mi punto de vista, una burbuja es, en esencia, un estado mental colectivo en el que el mercado cree que el futuro será brillante e indefinido. Por el contrario, un crash bursátil ocurre cuando el conjunto de la masa comienza a pensar que todo irá a peor durante un tiempo indefinido, es decir, que no se ve la luz al final de túnel.

El estado psicológico del mercado pasa por un ciclo recurrente: primero, casi nadie cree que las cosas mejorarán. Luego, llega el momento en que la mayoría empieza a ver la mejora. Finalmente, todo el mundo está convencido de que la situación solo puede ir a mejor... hasta que deja de ser así. Y así volvemos a empezar. La frase “esta vez es diferente” es, quizás, la mejor definición de lo que implica una burbuja.

Según Howard Marks, las burbujas tienen varias señales claras:

• Creencia de que esta vez será diferente: Se espera un crecimiento futuro muy alto e indefinido, a menudo impulsado por alguna disrupción tecnológica.

• Adoración de ciertos activos o empresas: La masa cree que son infalibles y existe devoción hacia ellos.

• FOMO masivo: El miedo a quedarse fuera de esa aparente gran inversión lleva a muchos a entrar en el momento más peligroso.

• Convicción de que no hay precio demasiado alto: Cualquier cifra parece justificable para ese activo, y por lo tanto, el precio de compra no tiene realmente importancia.

• Silencio crítico: Nadie se atreve a hablar en contra porque todos ven a su alrededor personas enriquecerse, lo que subconscientemente validamos como correcto.

Las burbujas no solo son un fenómeno financiero; son un reflejo de las emociones humanas en su máxima potencia, al igual que los crashs.

---

¿CÓMO ALEJARSE DE POSIBLES BURBUJAS?

Para evitar caer en una burbuja, debemos conocer en qué invertimos y entender cómo funciona la psicología del mercado financiero.

Como dijo Benjamin Graham, el padre del análisis fundamental de acciones: “El mercado es un esquizofrénico en el corto plazo, pero recupera su cordura a largo plazo.” Y es en ese corto y medio plazo es donde surgen las burbujas, impulsados por comportamientos irracionales.

Mi recomendación: aléjate de cualquier activo del que se diga que "nunca tiene un precio demasiado alto para comprarse". Estos activos suelen estar ligados a nuevas tecnologías, desarrollos disruptivos o metodologías innovadoras. Ejemplos hay muchos:

• La burbuja de los discos duros en los 80.

• Las puntocom en los 90.

• La burbuja financiera de 2008.

El problema con estos activos es que, muchas veces, no generan beneficios claros o son difíciles de valorar porque no tienen puntos de referencia sólidos con qué comparar.

Recuerda que las buenas inversiones no dependen solo de comprar activos increíbles, sino de comprarlos al precio adecuado. Lo importante no es qué compras, sino a cuánto. Incluso la mejor empresa, índice o inmueble puede ser una pésima inversión si pagas un precio desorbitado.

En resumen, no hay un activo tan bueno que no pueda estar sobrevalorado ni uno tan malo que, a cualquier precio, sea una ganga. Mantén los pies en la tierra y desconfía del entusiasmo desmedido.

---

¿QUÉ HAGO PARA NO QUEDARME PILLADO EN UNA BURBUJA?

El sentido común dice que lo ideal sería vender tus activos justo antes de que la burbuja explote y recomprarlos en lo más profundo del crash. Sin embargo, ni siquiera el mejor inversor del mundo puede predecir con exactitud esos puntos.

De hecho, salirte demasiado pronto de un mercado en burbuja puede ser incluso peor que quedarte dentro cuando explota. Por eso, la mejor estrategia es no intentar adivinar (o hacer market timing) cuando el mercado subirá o bajará, sino que, en su lugar, seguir un plan continuo e independiente del mercado. Algunas opciones son:

• Hacer compras recurrentes en un fondo indexado, aprovechando tanto los picos como los valles del mercado.

• Buscar empresas infravaloradas con sólidos fundamentales y diversificadas entre ellas.

• Invertir en inmuebles cada cierto tiempo, por ejemplo, cada 3 años, sin importar los ciclos de mercado.

Y recuerda que la irracionalidad del mercado puede durar mucho más que nuestra paciencia para esperar fuera, por lo que no debemos pensar que nuestra valoración de un activo será rápidamente recompensada.

Además, que algo tenga potencial para cambiar el mundo (como lo fueron la máquina de vapor, internet o la IA) no significa que las empresas que lideran esa tendencia sean las que se lleven el pastel. Por eso, la diversificación es clave, especialmente cuando inviertes en tecnologías o tendencias emergentes.

Si ya estás dentro de una burbuja que no supiste identificar a tiempo, recuerda una regla de oro: un activo que ha bajado mucho puede seguir cayendo aún más. Evita el error de esperar a “recuperar” tu inversión para vender, ya que, a menudo, esa espera puede ser mucho más costosa.

Por último, la psicología del inversor es fundamental. Aprender a manejar tus emociones y mantenerte fiel a tu estrategia es lo que realmente marca la diferencia en el largo plazo. En futuras newsletters profundizaremos en este tema, porque es uno de los pilares para lograr el éxito financiero.

---

¿ES BITCOIN UNA BURBUJA?

La respuesta corta es que no lo sé, pero creo que SI, aunque esto solo lo decidirá el tiempo. Hay demasiadas similitudes entre Bitcoin y las burbujas del pasado:

• Es una disrupción tecnológica difícil de valorar económicamente, ya que no produce valor significativo por sí mismo, con justificaciones irracionales repetidas históricamente.

• Existe un FOMO generalizado que atrae a muchos inversores novatos que no entienden en profundidad cómo funciona, confiando únicamente en la promesa de que su valor seguirá subiendo indefinidamente sin ningún fundamental detrás.

• Es un activo extremadamente volátil, con subidas y bajadas explosivas.

Sin embargo, el hecho de que pueda ser o no una burbuja no disminuye el impacto que la tecnología blockchain ya ha tenido, ni lo que podríamos esperar de ella en el futuro. Es importante recordar que la blockchain es independiente de Bitcoin y podría prosperar incluso si Bitcoin desapareciera.

Hay argumentos para pensar que Bitcoin podría convertirse en el nuevo oro, pero, en mi opinión, aún es pronto para considerarlo una reserva de valor. El oro ha demostrado serlo durante miles de años, y las criptomonedas son todavía demasiado jóvenes para poder demostrarlo, además de mostrar una correlación con la bolsa, al contrario de lo que hace una reserva de valor.

Estoy completamente de acuerdo con la narrativa de la descentralización y lo que representa en términos de independencia de los bancos centrales. Sin embargo, como suele decirse, a veces lo que parece demasiado bueno para ser verdad, suele serlo.

---

En definitiva, Bitcoin puede ser una revolución económica o una de las mayores burbujas de la larga historia de los mercados financieros. Solo el tiempo dirá si logra consolidarse como una reserva de valor o si quedará como una anécdota en la evolución de la tecnología. Lo que está claro es que, tanto si inviertes en Bitcoin como si decides mantenerte al margen, es fundamental entender en qué te estás metiendo, evitar las promesas de riqueza rápida y, sobre todo, no perder de vista la regla más importante: diversifica y gestiona el riesgo.

---