Cómo pagar menos impuestos con tus ETF
Si eres de los que invierte con estrategias que implican ETFs, ¡este truco te interesa mucho! Porque nadie quiere regalar sus ganancias a Hacienda, ¿verdad?
⏱️ Tiempo de lectura: 7 minutos
Imagina a nuestra amiga Claudia. Lleva 15 años invirtiendo con disciplina, mes a mes, en su ETF del índice global. Gracias a su constancia y al poder del interés compuesto, ese ETF que empezó con aportaciones modestas, ha crecido una barbaridad, y ahora tiene un valor de 60.000 €.
De repente, a Claudia se le presenta la oportunidad de su vida: comprar una pequeña participación en el negocio de un amigo, una panadería artesanal que está en auge. Necesita 20.000 € para entrar. Como inversora astuta que es, ve el potencial y quiere aprovecharlo.
El dilema: todo su capital disponible está invertido en ese ETF que tanto ha crecido. Y aquí viene la pregunta del millón: ¿cómo saca Claudia esos 20.000 € de su ETF sin que Hacienda se frote las manos y se lleve un pellizco doloroso de sus ganancias?
Este es el tipo de situaciones donde una buena planificación fiscal marca la diferencia. Veamos cómo podría Claudia haber evitado esta situación.
Si ya leíste mi anterior newsletter sobre cómo optimizar la venta de fondos de inversión, esto te sonará, pero con un giro específico para los ETF (Exchange Traded Funds), que son fondos cotizados, tal y como vimos en la newsletter sobre cómo empezar a invertir.
💸 El Problema: La dichosa regla FIFO y cómo te afecta
Cuando vendes participaciones de un ETF en España, Hacienda aplica la regla FIFO ("First In, First Out"). Esto significa que las primeras participaciones que compraste son las primeras que se consideran vendidas. Imagina que tienes participaciones de un ETF del S&P 500 compradas en diferentes momentos:
Año 1: Compras a 100 €
Año 3: Compras a 150 €
Año 5: Compras a 120 €
Si hoy vendes una parte, y el precio actual es de 180 €, Hacienda considerará que estás vendiendo las de 100 €, generando una plusvalía de 80 € por participación. Esto limita tu capacidad de elegir qué participaciones vender para, por ejemplo, aflorar pérdidas (si alguna compra estuviera en negativo) o minimizar las plusvalías. Y claro, esto puede suponer un coste fiscal importante que preferiríamos evitar.
💡 La Solución: ¡Más ETFs para el mismo índice!
En lugar de tener toda tu inversión en un índice (por ejemplo, el S&P 500) en un único ETF (como el típico CSPX de iShares), puedes repartir tus compras a lo largo del tiempo en varios ETFs DIFERENTES que repliquen el MISMO índice.
"Pero, ¿eso no es lo mismo?" ¡No para Hacienda! Si los ETFs tienen un ISIN distinto (el código identificador único de cada producto financiero), se consideran productos diferentes a efectos fiscales. Esto significa que la regla FIFO no se aplica de forma agrupada entre ellos. ¡Boom! 🤯
Pongamos un ejemplo práctico con nuestro amigo Manolo, que quiere invertir en el S&P 500:
Empieza con un ETF: Manolo comienza comprando el ETF A (por ejemplo, iShares Core S&P 500 UCITS ETF - CSPX).
Vigila la revalorización: Cuando el ETF A tenga una revalorización significativa (Manolo decide que un +80% es su señal), en lugar de seguir comprando el ETF A, empieza a comprar un segundo ETF B, que replique el mismo índice (por ejemplo, Vanguard S&P 500 UCITS ETF - VUAA).
¿Y si sigue subiendo?: Si con el tiempo el ETF B también se revaloriza mucho, Manolo podría incorporar un tercer ETF C (por ejemplo, Amundi S&P 500 UCITS ETF - SXR8).
Llega el rebalanceo (o necesitas liquidez): Cuando Manolo necesite vender parte de su inversión en el S&P 500, ahora tiene opciones. Puede elegir vender las participaciones del ETF que tenga menor revalorización (o incluso el que esté en pérdidas, si fuera el caso). De esta forma, minimiza la plusvalía generada y, por tanto, los impuestos a pagar.
Lleva un registro: Manolo es organizado (o al menos lo intenta 😅) y mantiene un Excel sencillo donde anota qué ETF compró, cuándo y a qué precio. Así sabe el coste medio de cada uno y cuál le conviene vender. En realidad, ¡tan solo le lleva 2 minutos al mes!
Puntos imprescindibles:
Asegúrate de que los ETFs tengan ISIN diferente.
Si no quieres añadir riesgo de divisa, procura que coticen en la misma moneda.
Puedes usar ETFs de distintas gestoras (iShares, Vanguard, Amundi, Xtrackers, etc.) y así te aseguras diferente ISIN.
🧐 ¿Por qué funciona esta maravilla?
Como te adelantaba, los ETFs con diferente ISIN no se agrupan fiscalmente. Para Hacienda, son peras y manzanas, aunque ambas sean frutas (repliquen el mismo índice). Esto te da la flexibilidad de "elegir" qué "manzana" vender sin que te obliguen a vender la "pera" que compraste primero y que ahora tiene una plusvalía enorme.
Imagina que el ETF A de Manolo (comprado a 100 €) ahora vale 200 € (plusvalía de 100 € por participación). Y el ETF B (comprado más tarde a 180 €) ahora vale 200 € (plusvalía de 20 €). Si Manolo necesita vender y solo tuviera el ETF A, pagaría impuestos sobre 100 € de ganancia. Con esta estrategia, puede vender el ETF B y pagar impuestos solo sobre 20 € de ganancia. ¡Menuda diferencia!
🤔 Consideraciones Adicionales para no liarla
No te vuelvas loco: Con 2 o 3 ETFs por cada "pata" de tu cartera (Renta Variable USA, Renta Variable Global, Oro, etc.) suele ser más que suficiente. No se trata de coleccionar ETFs como si fueran cromos, sino de tener flexibilidad fiscal a futuro.
Liquidez y volumen: Elige ETFs que tengan un volumen de negociación decente y buena liquidez. No querrás tener problemas para comprar o vender al precio que quieres.
¿Sirve para acciones?: ¡Sí! Aunque en acciones, existe mucha menos variedad, es una estrategia básica con las acciones que tienen ADRs.
Cuidado con los fondos de inversión: Recuerda que esta estrategia es específica para ETFs. Los fondos de inversión tradicionales en España tienen la ventaja del traspaso sin peaje fiscal, lo cual es genial, pero la venta sí sigue la regla FIFO estricta para el mismo fondo, tal y como vimos en la newsletter sobre pagar menos impuestos utilizando fondos monetarios.
¿Y yo, qué hago? Mi opinión:
Personalmente, tan solo utilizo ETF para invertir cuando veo sectores infravalorados, como por ejemplo las mineras de oro y plata a finales de 2023. Yo no invierto con el objetivo de maximizar mi rendimiento a largo plazo en forma de plusvalía latente (es decir, revalorización sin venta), sino que busco un equilibrio entre revalorización en el tiempo y rendimientos dinerarios (en este caso, dividendos).
Utilizo este sistema cuando veo que los sectores en los que invierto alcanzan un precio justo y veo alternativas tanto en sectores como en acciones. Aunque yo utilice una estrategia menos óptima fiscalmente, lo soluciono parcialmente con estos “trucos”.
Mi opinión para una persona que tiene aún pocos ahorros y quiere invertir a 20-30 años es clara, la mejor estrategia serán las aportaciones periódicas a ETFs diversificados y, si es con esta estrategia, mejor que mejor.
⚠️ Disclaimer: Esto es mi opinión, con mis circunstancias particulares, y en ningún caso son recomendaciones de compra ni de venta de ningún producto financiero. Muchos inversores pierden su dinero. Recuerda siempre que el riesgo y la responsabilidad del uso de tu dinero son tuyos.
¿Te ha gustado el tema de hoy? Ayúdame compartiéndolo con tus familiares y amigos